6 de cada 10 argentinos creen que sus hijos trabajarán en empleos que aún no existen
Un nuevo informe internacional realizado por Banco Santander junto a la consultora Ipsos muestra una percepción creciente en la Argentina: el 60% de los ciudadanos cree que las próximas generaciones trabajarán en empleos que todavía no existen. Esta afirmación sintetiza el desafío actual del sistema educativo y del mercado laboral frente al avance imparable de la tecnología y, especialmente, de la Inteligencia Artificial (IA).
El estudio titulado Habilidades del Futuro releva datos de 15 países de Europa y América, y permite vislumbrar una transformación estructural: la actualización permanente de habilidades se convierte en la nueva normalidad, y la experiencia práctica comienza a ser más valorada que los títulos formales.
IA, aprendizaje continuo y nuevas demandas educativas
La Inteligencia Artificial se posiciona como el factor de cambio más relevante. En la Argentina, un 58% de los encuestados afirma que dominar esta tecnología será esencial para conservar o acceder a un empleo. A nivel global, uno de cada tres teme que su puesto actual sea reemplazado por IA.
“El auge de la Inteligencia Artificial está cambiando no solo nuestra forma de trabajar, sino también de aprender. Tenemos la responsabilidad colectiva de acompañar este cambio con más oportunidades de formación accesible y continua”, expresó Alejandro Butti, CEO de Santander Argentina.
Sin embargo, las barreras persisten: 8 de cada 10 argentinos sienten la necesidad de capacitarse, pero el costo y la falta de tiempo son los principales obstáculos. A esto se suma una crítica al sistema: el 44% ve como insuficiente la oferta pública de formación continua, y el 43% señala que las empresas deberían ofrecer más capacitaciones a sus empleados.
Educación práctica: una tendencia irreversible
Los datos del informe muestran una clara desconexión entre la educación formal y el mercado laboral. Casi el 40% de los argentinos elegiría una carrera distinta si pudiera volver atrás, y la mayoría de los jóvenes entre 25 y 34 años considera que la experiencia práctica y la formación no formal serán más valiosas en el futuro.
En este escenario, Santander Open Academy emerge como una plataforma que busca reducir esa brecha. A través de convenios con instituciones como Harvard Business Publishing, London School of Economics (LSE), Cambridge y Google, ofrece acceso gratuito a cursos, becas y contenidos.
“El sector privado tiene hoy la oportunidad —y la responsabilidad— de ser un motor activo del cambio”, sostuvo Butti. “Desde Santander impulsamos la educación y el emprendimiento como ejes centrales para cerrar la brecha de talento, acompañar la reconversión laboral y generar desarrollo con impacto.”
El futuro laboral, una oportunidad para Argentina
El informe también revela que el 71% de los argentinos quiere seguir trabajando en el país en los próximos 10 años, lo que pone en evidencia una voluntad colectiva de construir un futuro mejor dentro de las fronteras nacionales. Para eso, será clave invertir en formación técnica, digitalización y habilidades blandas, que hoy son las más demandadas por las empresas.
Además, quienes más se capacitan son profesionales con título universitario y en cargos intermedios, lo que subraya la necesidad de expandir el acceso a la educación continua a otros sectores.
Por último, las universidades públicas y los programas dictados por profesionales reconocidos son los más valorados para seguir formándose, lo que plantea una hoja de ruta clara para potenciar el ecosistema educativo.
Principales datos del informe
El 60% cree que las futuras generaciones trabajarán en empleos aún no inventados. El 45% asume que la formación continua es responsabilidad individual. El 39% cambiaría su elección educativa si pudiera. La experiencia práctica será más valorada que los títulos universitarios. Las áreas más ofrecidas por empresas son tecnología y digitalización. NO SE PIERDAN NINGUNA NOTICIA: Click aquí para sumarte GRATIS al canal de noticias de La Derecha Diario en WhatsApp.
La conclusión es contundente: no se trata solo de anticipar el futuro, sino de construirlo desde hoy, con tecnología, educación práctica y colaboración entre el sector público y privado.
