A días del fin de semana largo, el hotel Torres Manantiales recibió fuertes críticas

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Con la llegada de un nuevo fin de semana largo,  Mar del Plata vuelve a posicionarse como uno de los destinos más elegidos por los argentinos para una escapada.

Su amplia oferta gastronómica, su cercanía con la Ciudad de Buenos Aires y la posibilidad de hospedarse frente al mar la convierten en una ciudad ideal para el turismo interno. Sin embargo, no todas las experiencias resultan satisfactorias.

El complejo Torres Manantiales, uno de los históricos edificios de alojamiento de “La Feliz”, quedó en el centro de la polémica por una ola de críticas negativas que se multiplicaron en redes sociales y plataformas de reservas.

El hotel cuenta con habitaciones de hasta 7 personas | La Derecha Diario

Ubicado frente a Playa Chica, el complejo supo ser un símbolo del turismo de clase media y alta durante décadas. Pero según denuncian diversos usuarios en internet, su estado actual dista mucho de aquel esplendor.

En sitios como Google, TripAdvisor y Booking, se repiten los comentarios que señalan deterioro edilicio, mala higiene y una atención poco profesional.

“Absolutamente abandonado”, escribió un turista que se alojó en mayo del año pasado. En su reseña, detalló: “Las almohadas achatadas no permiten descansar, colchones viejos con camas de elástico antiguas. Las sábanas y cubrecamas estaban percudidos. El balcón con vista al mar estaba sucio de heces de palomas. Imposible asomarse”.

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Además, el mismo huésped cuestionó que el café del piso 29, llamado Las Nubes, no está incluido en la tarifa: “Por lo que cobran, no te ofrecen ni desayuno. Un verdadero chasco”, sentenció.

Otro visitante, que se hospedó recientemente, coincidió en sus críticas: “Reservamos online. Al entrar al lobby ya se sentía olor a humedad. Subimos a la habitación y todo era viejo y sucio. Ni siquiera habían barrido”.

 Y agregó:  “Cuando quisimos ir al mirador a desayunar, no funcionaba el botón del ascensor. Ningún ascensor tiene cartel de mantenimiento. Los balcones parecían de una obra en construcción abandonada, con hierros oxidados y barandas de cemento rotas. Seguridad cero para la familia”.

Además de la falta de mantenimiento, varios usuarios advierten sobre una aparente falta de inversión en modernización: “Las ventanas estaban descascaradas, sin pintura ni arreglo desde hace años. Se nota el abandono”, escribió una pareja que viajó en familia.


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