El crimen de Valeria Márquez: la fuga del sicario y el siniestro ramo con un “perdón”

El asesinato de Valeria Márquez, una influencer mexicana de 22 años, sacudió a todo Jalisco. La joven fue ejecutada de tres disparos durante una transmisión en vivo por TikTok. El hecho ocurrió el martes 13 de mayo en el salón Blossom The Beauty Lounge, donde la víctima estaba interactuando con sus seguidores.
Las imágenes, estremecedoras, mostraron el momento exacto del crimen: un hombre irrumpió, le preguntó “¿Eres Valeria?” y disparó sin dudar. El ataque, según las primeras investigaciones, fue un crimen por encargo.
El sicario huyó en moto y otro cómplice en auto
Las autoridades accedieron a grabaciones del sistema Escudo Urbano C5. Estas revelaron que los atacantes escaparon en dos vehículos distintos: uno en motocicleta, el otro en un automóvil blanco.
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, confirmó que identificaron la dirección de huida y poseen un retrato hablado del asesino. Además, aseguró que contaban con “datos precisos” sobre ambos involucrados.
La Fiscalía entrevistó a más de 20 personas del entorno de Valeria, incluidos familiares y testigos. Entre las próximas citadas figura Vivian de la Torre, la amiga que le envió un peluche y una bebida justo antes del asesinato.
Tres líneas de investigación y un mensaje siniestro
Hasta ahora, no hay una acusación formal, pero las autoridades manejaron al menos tres líneas de investigación. Una hipótesis sugiere que el agresor no conocía personalmente a Valeria, reforzando la idea del sicariato.
El vocero Denis Rodríguez negó vínculos entre la víctima y el crimen organizado. Concretamente, desmintió rumores que relacionaban a Márquez con el CJNG y uno de sus líderes, Ricardo “Doble R” Ruiz Velasco.
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Días después del crimen, apareció un elemento macabro: alguien dejó un ramo de rosas rojas con una tarjeta que decía “perdón” en la puerta del salón de belleza.
El arreglo fue entregado por un repartidor de una app, según las instrucciones del cliente anónimo. La fiscalía aseguró el lugar e incorporó el hecho a la investigación, sin confirmar si se trató de un acto simbólico o parte del crimen.