Se conoció la autopsia final de Betsy Arakawa, la mujer de Gene Hackman
El informe final de la autopsia de Betsy Arakawa, esposa del legendario actor Gene Hackman, arrojó un inesperado y trágico diagnóstico que sacudió al mundo del espectáculo.
La reciente publicación del informe forense sobre la muerte de Betsy Arakawa, pareja del reconocido actor Gene Hackman, reveló detalles conmovedores y sorprendentes que generaron un fuerte impacto en la comunidad de Hollywood. Según confirmaron las autoridades médicas de Nuevo México, Arakawa falleció como consecuencia del síndrome pulmonar por hantavirus, una enfermedad rara y potencialmente mortal que se transmite a través del contacto con roedores infectados.
Betsy Arakawa, de 65 años, falleció alrededor del 12 de febrero de 2025. Su cuerpo fue hallado el 26 de febrero en su residencia de Santa Fe, junto al del propio Hackman y uno de sus perros. De acuerdo con el reporte, sus pulmones presentaban congestión severa y acumulación de líquido, síntomas consistentes con una infección avanzada de hantavirus.
Lo más inquietante del caso fue que, días antes de su muerte, Arakawa había buscado en internet información sobre síntomas respiratorios similares a los del COVID-19. Incluso llegó a solicitar cilindros de oxígeno, lo que sugiere que estaba experimentando una fuerte dificultad para respirar sin saber la gravedad real de su estado.
Gene Hackman, ganador de dos premios Oscar y retirado de la actuación desde hace más de una década, fue encontrado fallecido en la misma vivienda días después. El informe médico determinó que su muerte ocurrió el 18 de febrero, seis días después de la de su esposa, y fue causada por una combinación de complicaciones cardiovasculares y Alzheimer avanzado.
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Las autoridades presumen que Hackman, de 95 años, no se percató del fallecimiento de Arakawa debido a su delicado estado de salud mental, lo que derivó en una tragedia doble e inesperada.
Hackman y Arakawa llevaban décadas juntos y eran muy queridos tanto por la comunidad de Santa Fe, donde residían desde hacía años, como por colegas de la industria cinematográfica. Vivían una vida tranquila y alejada de los focos, motivo por el cual su muerte generó tanto impacto al ser revelada públicamente.
Las autoridades confirmaron que no se encontraron signos de violencia, intoxicación ni monóxido de carbono, y cerraron oficialmente la investigación tras determinar causas naturales en ambos decesos.
